El pequeño poblado de pescadores, ubicado a 180 kilómetros de RÍo de Janeiro, luce perfecto no sólo por su microclima durante todas las estaciones del año, sino también por sus paisajes y su oferta hotelera.
Buzios, el pequeño poblado de pescadores, ubicado a 180 kilómetros de RÍo de Janeiro, luce perfecto no sólo por su microclima durante todas las estaciones del año, sino también por sus paisajes y su oferta hotelera. Es unos de los destinos más visitados de Brasil.
Buzios, el pequeño poblado de pescadores, ubicado a 180 kilómetros de Rio de Janeiro, luce perfecto no sólo por su microclima durante todas las estaciones del año, sino también por sus paisajes y su oferta hotelera. Es unos de los destinos más visitados de Brasil.
Esta península ofrece 23 playas de aguas cristalinas, gran vegetación y vistas deslumbrantes. Es el lugar ideal para parejas que buscan intimidad, familias que quieren descanso y por qué no para un grupo de amigos que busque divertirse rodeados de verdes cerros, el horizonte turquesa y salpicado por islas verdes.
Denominada originalmente como «Armação dos Búzios», su gran similitud a una isla la hace más bella aún, ya que es una península que se adentra en el mar. A pesar de las historias de corsarios y contrabandistas franceses del siglo XVI que le dan fama, la ciudad fue presentada al mundo por la musa de Brigitte Bardot, que después de visitarla en la década del 60, llamó la atención de artistas y turistas de todas partes del mundo.
Playas
Laderas, caminos, senderos y playas. Caminar por éstos permite disfrutar de la exuberante belleza, ideal no sólo para aquellos que buscan relax, sino también deporte y aventura en la naturaleza.
La gran cantidad y variedad de playas, algunas de mar abierto con grandes olas, y otras cerradas por morros en donde el agua de mar luce tranquila, deleita con diversas perspectivas de belleza, en donde cada una de éstas enmarca dentro de un contexto único. Al recibir las corrientes del Ecuador por un lado y las corrientes oceánicas del polo sur de la otra, Buzios puede ofrecer tanto playas con aguas calientes como frías.
Entre las principales playas se destacan João Fernandes, la más concurrida y tradicional. Cuenta con paradores en sus orillas y sus aguas son calmas. A su alrededor se aprecian innumerables posadas y hoteles. Muy cercana a ésta se encuentra su «hermana menor», João Fernandinho, con aguas que mezclan tonos de azul y verde.
Más opciones
Geribá: playa de la gente local y joven. Dos kilómetros de extensión, una amplia franja de arena fina y grandes olas hacen de esta una de las playas más destacadas de Buzios, que con el correr de los años se ha convertido en uno de los puntos más calientes de la península en donde se reúne gente fresca en bares y restaurantes.
Dos Ossos (de los huesos): como una tarjeta postal, esta playa es ideal para una buena toma fotográfica, rodeada por una costanera arbolada y por la aguas tranquilas llenas de barquitos de pesca. Su nombre hace alusión a los restos de ballenas encontrados en su arena.
Azeda: su acceso es a pie a través de un bello sendero que se abre al caminar. Posee una longitud de 300 metros, aguas azules, arenas cristalinas y fina. Mucho más tranquila, y cercana a ella, se encuentra Azedinha, amada por familias o por quienes deseen deleitarse con la lectura bajo el sol.
Ferradura, es la playa del jet-ski, banana, windsurf, buceo y paseos en bote. En su contexto cuenta con quioscos para venta de bebidas y aperitivos variados, como también de cactus y hermosas mansiones. Ferradurinha, otra playa menor, aunque no menos bella, se rodea de rocas, que para quienes se animen a treparlas encontraran una vista sorprendente a mar abierto.
Tartaruga: ésta tiene aguas calmas que son generalmente las más calientes de la región, pues no recibe las corrientes marinas frías del Antártico. Posee varios paradores y costas pedregosas donde se puede hacer snorkel; es posible avistar tortugas y gran variedad de peces.
Lo imperdible. Para los más aventureros, la mejor opción para disfrutar de la ciudad es alquilar un buggy. Conducir por las empedradas calles, con la brisa y el viento del apacible clima de Buzios, hace de ésta la más excitante experiencia. De esta forma, se recorre y accede a todas las playas de manera inmediata y divertida.
Se ofrece además, para quienes recorren la península a pie, taxis acuáticos, los cuales cruzan y realizan conexiones entre playas por unos pocos reales. Los paseos en barco permiten al turista tener otra perspectiva de Buzios, donde la diversidad del colorido, verde en las montañas, azul en el mar y cielo, rojizo en los techados de las casas, son un deleite para el viajero más exigente.
Otra alternativa
El ecoturismo es una actividad que a lo largo de los años ha cobrado gran preponderancia. Entre ellas se pueden destacar las caminatas ecológicas en contacto directo con la mata atlántica, trekking y mountain bike por morros y declives, como también buceo en el fondo del mar. Para quienes se animen, tomar clases de surf es otra de las opciones.
Rua das Pedras es una calle en donde todo el mundo se relaja y el paso del tiempo es imperceptible. Así es Rua das Pedras, un lugar en donde se puede conversar tranquilo y ver pasar gente de todas partes del mundo. Por la noche, la misma se convierte en peatonal, ideal para disfrutar en pareja, familia o con amigos.
Sus bares y restaurantes internacionales, como también los pequeños comercios con artesanías que parecen obras de arte, generan la atmósfera ideal para relajarse y disfrutar. Unica en el mundo, esta calle se destaca por situarse a la orilla del mar con galerías que desembocan en él, con estilo, encanto y cierto aire internacional. La música lugareña al ritmo del carnaval carioca y de la Bossa Nova con músicos de primer nivel, no deja de sorprender, siempre respetando el auténtico estilo brasileño.
Seguido a Rua das Pedras, se puede continuar caminando por la amena Orla Bardot, un paseo costanero en donde se encuentra uno de los íconos de la isla, la estatua en honor a la actriz francesa Brigitte Bardot.